Primera historia
Jimmy, habitante de la localidad de Chapinero, describe la carrera 13 como un sector "oscuro, inseguro y sucio" víctima del abandono y del descuido de la Alcaldía Local que no ha tomado las debidas medidas de iluminación, vigilancia y sanidad. A esto, se suma la inseguridad a manos de vándalos que roban y perjudican el inmueble público y la falta de sentido de pertenencia y respeto de los habitantes de Chapinero, quienes no cuidan o disfrutan de la zona en la que habitan. Así, en el 2014 la Alcaldía Local crea la primera convocatoria de Lourdes Corredor Cultural con el fin de embellecer la zona por medio de obras de arte urbano y generar un sentido de pertenencia en sus habitantes gracias a la iluminación y seguridad que el proyecto traería consigo. Sin embargo, con el paso del tiempo Jimmy cada vez siente más insatisfecho con su localidad pues la entidad gubernamental no cumple sus promesas ni objetivo. Tanto vándalos como habitantes no respetan ni comprenden el significado cultural de las obras que terminan siendo dañadas por los mismos. Así, la Alcaldía Local no consigue pertenencia en los "chapinerunos" ni que las obras de los artistas urbanos sean respetadas.
Frente a esto, la Alcaldía Local de Chapinero lanza una segunda convocatoria en el 2015, a manos del alcalde, que esta vez, contaría con obras provenientes de artistas urbanos residentes en Chapinero. Jimmy, además de habitar en Chapinero, es un grafitero profesional que lee acerca de esta iniciativa y, aunque no se siente seguro pues conoce sobre el fracaso de la convocatoria pasada, decide inscribirse. Esto, pues Jimmy sabe que además de apoyar el objetivo de la Alcaldía Local, va a alcanzar un prestigio alto pues se trata de un trabajo no solamente bien remunerado sino sumamente público y con un cliente de status. Para la inscripción es necesario que presente un formulario único de inscripción que de cuenta que pertenece a la zona de Chapinero. Además, una descripción de su trayectoria y su experiencia en el campo artístico en el que se desempeña con tal de dar constancia de sus habilidades y logros. Finalmente, debe escoger tres obras de su portafolio donde sea evidente su estilo como artista urbano, las cuales servirán como propuesta para la convocatoria.
Estos requisitos y la idea de "embellecer" la zona representan unas limitaciones para Jimmy pues, como artista urbano, busca expresar su forma de pensar a través de los graffitis que realiza. En sus obras, el color, la técnica, los mensajes y el estilo son su identidad como artista y, en este gremio de grafiteros, es precisamente esto lo que le otorga prestigio, status y respeto. En esta ocasión, su estilo personal se verá limitado por los parámetros y el objetivo de la convocatoria, además de lo que los jueces busquen en los ganadores. Pero él, gracias a sus conocimientos adquiridos en trabajos pasados, sabe qué tipo de obras se ven bien a los ojos de los jueces para tener una gran probabilidad de ganar, pero que también sean congruentes con su estilo personal. Además, sabe que debe escoger un obra que signifique algo para los habitantes de la localidad con tal de generar el sentido de pertenencia que se busca y ganarse su respeto. Así pues, haciendo uso de sus conocimientos sobre semántica, teoría del color, superficies urbanas y técnicas del grafiti, Jimmy escoge las mejores tres obras de su portafolio y las envía a la Alcaldía Local de Chapinero.
Segunda historia
La Alcaldía Local de Chapinero ha visto que los habitantes se quejan cada vez más de la situación de inseguridad, iluminación y sanidad que existe en la carrera 13, llevando a que éstos se sientan insatisfechos y pierdan sentido de pertenencia con su localidad. Entonces, la entidad decide realizar una convocatoria con el fin de usar el arte urbano como medio para embellecer la zona. Junto con la iniciativa, se destinaron fondos para la mejora de vigilancia, el alumbrado público y la creación de eventos culturales para la unión de la comunidad.
Sin embargo, la Alcaldía no involucra las opiniones y posiciones de los artistas y los habitantes dentro de sus decisiones.
Esto, lleva a que nadie comprenda la identidad cultural del otro y se genere un desacuerdo que no permite a ningún actor alcanzar el objetivo de la convocatoria.
En cuanto a los habitantes de la localidad, no se ve su participación, apoyo y cambio después de la convocatoria por dos razones principales. La primera, la comunidad no comprende el arte que está interviniendo su espacio ni cómo éste mejorará la situación de su zona. Adicionalmente, la falta de cultura artística ha llevado al entendimiento general de que este tipo de arte se trata de un acto de vandalismo y que genera controversia y contaminación visual. Segundo, la Alcaldía no ha pedido la opinión de estas personas sobre las obras que son seleccionadas, tema que toma importancia cuando se pide a las personas cuidar y valorar las obras de arte dispuestas sobre las persianas metálicas de sus locales.
Finalmente, Jimmy, habitante de la localidad y graffitero profesional hace parte de este problema de falta de comunicación ya que, aunque no se siente a gusto con las restricciones impuestas en la convocatoria, no expresa su inconformidad. Por otro lado, Jimmy sabe que debería tener una conexión con la comunidad con tal de generarles un sentido de pertenencia a su localidad por medio de sus obras de arte. Pero Jimmy no conoce mucho sobre lo que estos habitantes piensan o quieren para su zona. Esto último se debe a una falta de interés de ambas partes por comprenderse y porque el gremio de artistas urbanos no ha hecho los esfuerzos suficientes para dar a entender su arte y la forma en la que éste funciona.
Sin embargo, la Alcaldía no involucra las opiniones y posiciones de los artistas y los habitantes dentro de sus decisiones.
Esto, lleva a que nadie comprenda la identidad cultural del otro y se genere un desacuerdo que no permite a ningún actor alcanzar el objetivo de la convocatoria.
En cuanto a los habitantes de la localidad, no se ve su participación, apoyo y cambio después de la convocatoria por dos razones principales. La primera, la comunidad no comprende el arte que está interviniendo su espacio ni cómo éste mejorará la situación de su zona. Adicionalmente, la falta de cultura artística ha llevado al entendimiento general de que este tipo de arte se trata de un acto de vandalismo y que genera controversia y contaminación visual. Segundo, la Alcaldía no ha pedido la opinión de estas personas sobre las obras que son seleccionadas, tema que toma importancia cuando se pide a las personas cuidar y valorar las obras de arte dispuestas sobre las persianas metálicas de sus locales.
Finalmente, Jimmy, habitante de la localidad y graffitero profesional hace parte de este problema de falta de comunicación ya que, aunque no se siente a gusto con las restricciones impuestas en la convocatoria, no expresa su inconformidad. Por otro lado, Jimmy sabe que debería tener una conexión con la comunidad con tal de generarles un sentido de pertenencia a su localidad por medio de sus obras de arte. Pero Jimmy no conoce mucho sobre lo que estos habitantes piensan o quieren para su zona. Esto último se debe a una falta de interés de ambas partes por comprenderse y porque el gremio de artistas urbanos no ha hecho los esfuerzos suficientes para dar a entender su arte y la forma en la que éste funciona.